Pañales para La Pepa

Quien ya haya leído unas cuantas entradas de este blog no necesitará una presentación formal de La Pepa. Para los novatos es tan fácil como decir que es la compañerita de juegos de Neus.

 

Y luego de que mi hija le fabricase pañales con todas las servilletas de la casa (y el papel higiénico.. y los pañuelos... y las hojas de papel...y los pañales de verdad...) me pareció que ya era hora de darle algo un poco más realista. 

Le pregunté, con toda la inocencia de una madre primeriza, "¿Neus, querés que mami le cosa unos pañales a La Pepa?".

Y a continuación viví las 2 horas más estresantes (y lindas) que he tenido en mucho tiempo...
Su respuesta por supuesto fue "¡SÍ!", e inmediatamente se fue al lado de mi máquina de coser y me empezó a preguntar "è pronto?" (¿está listo?).

Pues le tuve que explicar que todavía lo teníamos que hacer. Elegimos unos recortes de toalla que tenía guardados y le tomamos medidas a La Pepa (sí, le tomamos medidas, no era asunto de coser con una niña expectante al lado y que después no funcionase, no?).

Neus se sentó al lado mío mientras cosía y no paro ni un sólo minuto (lo juro por la santa Pepa) de preguntarme lo mismo: "è pronto?... è pronto?...". Me caían las gotitas de transpiración por la frente mientras cosía pero no podía perder tiempo en limpiarlas, no señor, mi jefa Mostra me tenía trabajando sin excusas...
 

Finalmente terminé, no es una de las labores más lindas ni tiene mayores complicaciones en el diseño (piensen que es para que una niña pueda cerrar los velcros sola), pero desde ese día La Pepa tiene pañalcitos y parece que los ensucia seguido porque la mostra se los saca y pone a cada rato...
Desde la cocina escucho: "...Pepa ha il culino sporco..."

Labor cumplida.