Ma, me, mi, Mozart!

No, no es un casco de los malos de la guerra de las galaxias.

Aunque algo de maligno se esconde en este monstruo...

(Los pañales los pueden ver acá y el violonchelo acá)

Es la peluca que me pidió que le hiciera después de ir con su papá al concierto de Ma, me, mi, Mozart! en el Auditori de Barcelona.

Porque ella quería ser como "Laura Mejía, la nena que canta". Aunque en ese momento me aclaró que quería que le hiciera todas las pelucas. Por suerte la mudanza fue una buena excusa para sólo hacer una, pero estoy segura de que cuando saque la máquina de coser de su caja, ni lerda ni perezosa, me aclarará exactamente qué falta de todo lo prometido.

(Para los que preguntaron qué era lo que tenía en la cabeza).

Y a veces, en vez de la nena que canta, en casa aparece "la bebé que canta". La lucha entre hermanas cuando una le pone la peluca a la otra es una maravilla.