Mi papi, un montañista de los mejores y los más bonitos, cada vez que nos regala algo es o un polar, o botas de trekking, también mochilas, pantalones para caminata, etc. Por suerte todo eso es mi estilo así que yo contenta.
el "Antes" |
Pero hubo una vez que no acertó.
He aqui la historia de un polar naranja que es para no perderse en el Aconcagua, pero la verdad que en la ciudad no ayuda mucho (y eso que yo no soy la persona más preocupada por la estética que existe.)Estaba empezando la época fría y el cochecito de Neus necesitaba un saquito, había que ir a comprarlo pero era un fin de semana.
Y mami empezó a inventar...
el "Después" |
Corté unas mangas aquí, las usé para que fueran la parte superior de la bolsa, le puse unos elásticos para que se enganchase en el respaldo, corté los hombros en línea recta y los uní con el cuello, le cosí la parte inferior para que estuviese cerrada, le hice unos agujeros para pasar las cintas de los cinturones de seguridad... y voilà!
Pero con mi modelito especial queda mejor...
Qué poco pelo que tenía...
Bueno, creo que ya pueden entender cuando les digo que me gusta hacer cosas útiles para los míos y divertirme (¡oh tanto!) en el proceso.
Otra cosa: los bolsillos funcionaban, jejeje.
Yo tengo una verde! Hay un patron?!?!
ResponderEliminarMe has dejado de piedra, qué idea más práctica y útil!
ResponderEliminarpues no hay patrón, pero si te conseguís algún abrigo viejo y un cochecito en donde encajarlo te doy una mano para las medidas.
ResponderEliminarY gracias por lo de práctico, creo que las cosas más bonitas son las que se hacen reciclando. Dan el doble de satisfacción.
:)