Más delantales

Ya les mostré los delantales/batas de mi mami hace unas entradas, además tuvimos la confirmación por parte de la mostra madre (mi nave nodriza) de que la artífice de todas esas labores fue mi abuela Neli.
Bueno, hoy traigo algo que hice con un resto de delantal que me dio mi mami, era lo único rescatable de uno viejo. Ese pedazo de tela tenía unos bordados que me gustaron mucho: Las típicas frutas y verduras personificadas con caras extrañas, además, acorde a la época, una de ellas está fumando en pipa.

Pues (como siempre) me puse manos a la obra para recuperar ese pedazo. Hace rato tenía ganas de hacerme otro delantal de toalla. Cuando vinimos a vivir a Barcelona me hice uno de ese material todo cosido a mano (todavía mi Masone no me había regalado mi Alfita), puede parecer grueso y pesado, pero les garantizo que es de lo mejor, mientras uno cocina se va secando las manos en la panza (y mi panza ahora en realidad lo que hace es limpiar todo lo que encuentra a su paso, así que mejor cubrirla con una capa absorbente). ¿De dónde saqué esta idea? Pues por supuesto de mi musa-gurú, mi abuela Neli.

El primer delantal de toalla, ya tiene 5 añitos.

Ella tenía uno azul que usaba todo el tiempo en casa, la verdad es que no me di cuenta de lo importante que era la elección del color hasta que hice el mío amarillo clarito. Les garantizo que no es buena idea, mejor colores obscuros para no parecer un cuadro modernista muy rápido. Otra cosa que me gusta mucho es que las cintas me den vuelta todo el perímetro y así poder prenderlas por delante.

¿Porqué? No sé, cada un@ tiene sus mañas ¿no?

 Bueno, finalmente me robé de nuestras estanterías una toalla (muy limpita) que combinase con la tela en cuestión. Me hice una cinta al bies con unos restos de una tela de Ikea (jejejje) y corté el delantal con la misma forma de otro que tenía.

Vamos creciendo...

 Tengo otra cosa para heredar a mi mostra, algo también hecho por su bisabuela y su mami. Algo que la va a proteger no sólo de las manchas, sino de sentirse solita cuando se quiera cocinar algo en su apartamento/piso de soltera, de estudiante, de recién casada; algo que le podrá prestar a su pareja para que le prepare algo rico. O a su mami cuando vaya de visita a su casa.

 

Porque algún día pasará todo eso, cierto?
A pesar de que ahora sea yo quién le limpie los moquitos.