Los delantales de mi mami

Hoy tengo otra cosa para mostrarles, no sé si las fotos son claras pero lo que pasa es que la modelo no tiene cuerpo de modelo, sino de supersandía con patas (gordas).

Durante mi infancia mi mami siempre usaba unos delantales/batas para estar por casa, no estoy segura si los hacía ella o mi abuela, pero sí estoy segura de que se los ponía muchísimo.

Hace un tiempo se los robé (o me los dio, ya olvido la diferencia) porque los tenía guardados y ya no los usaba. Algunos estaban un poco rotos o descosidos y los arreglé. Hoy les muestro tres de ellos. Tengo otros pedazos todavía por recuperar pero eso da pie para otra entrada, así que ya les contaré otro día.

Lo bueno que tienen estos delantales/batas es que en verano se pueden usar solitos y así estar bien fresquita. El problema que tengo es que mi diámetro va en aumento y no sé cuanto tiempo van a prender los botones de atrás. Porque está bien estar fresquita en casa, pero siempre cae alguien cuando una menos se lo espera, y mi velocidad de respuesta/movimiento es cada vez menor.

Y si no me creen acerca del uso acá va una prueba irrefutable. Mi mami usando uno de los tantos delantales durante unas vacaciones en La Serena, Chile. Yo soy la cosa rubiecita más chiquita que está por ahí.

Ahora una foto mía usando uno de los delantales. Yo soy la cosa más redondita que hay por ahí...

Y gracias por los comentarios en la otra entrada, no era mi intención entristecer a nadie, las hormonas no ayudan (sé que tampoco ayudan si una lee cosas de ese estilo) y a veces la añoranza gana. Por suerte son lágrimas con sonrisas, qué mejor forma sino.