Gorrito para la duendecita

La verdad es que por sus cachetes la duendecita está cambiando de apodo ("Bulldog" duró poco) y estamos llamándola "Morsa".
Le sienta bien y sonríe mucho cuando le digo que es mi morsita-gordita-linda.

Pues éste es el gorrito que mami le tejió para su primer día afuera de la pancita, tengo que reconocer que no me salió como lo esperaba, pero como ya era el tercer patrón que probaba me di por vencida (ya estaba en la semana 38).

Pero cuando digo que me di por vencida no es porque no estuviera conforme con el resultado, lo que pasa es que era muy grande (La Pepa, la muñeca de la Mostra, tiene una cabeza enorme). La verdad es que recién ahora con dos meses es que le queda bien-bien.
Pero cuando la pusieron por primera vez entre mis brazos y vi su cabecita flotando entre el gorrito que yo le había tejido... fue increíble.
A veces no importa cómo se vean, (egoístamente) lo que importa es que se vean así gracias a una.

 A ver, no reniego del patrón, es más, se los paso porque me encantó, quizás la elección de lana no fue la adecuada, pero es que fui a AYKIL y tenían una lana hecha con fibra de leche (sipi, tal cual suena) que era taaaaan suave que no me pude resistir a comprarla. La lana es Solo Latte, 50gr-98m.
El patrón es "Ginny Sheller's simple newborn hat with a touch of lace", es gratis. Yo lo tejí con agujas del 4 circulares usando el Magic Loop cuando se me fue cerrando la labor.

Como siempre aprendí algunas cosas nuevas, creo que nunca lo dejo de hacer:
1º Nunca había hecho ningún calado en el tejido (creo que los ojales no cuentan) y me gustó, ya me animaré con algún chal.  
Por cierto se aceptan propuestas para un chal, que hay tantos patrones que no se con cuál empezar.
2º Slip1/K/PSSO o sea "dormir" un punto, tejer y deslizar el punto dormido sobre el/los puntos tejidos. Queda muy bien.

Para las que no sepan tejer o sepan poco y estén esperando un bebé las animo a empezar a aprender con un gorrito simple, liso. Tan sólo una lana que les guste y alguien con tiempo para enseñarles (o internet como yo hice).
La emoción de ver al bebé con algo hecho por nuestras manos crea una necesidad casi obsesiva por seguir tejiendo. Y eso es algo bueno.
Creo.