Labores invitadas

Hola,

en realidad no está cortando nada...

Hoy vamos a ver el trabajo de una amiga luego de su primer clase de costura (...¡conmigo!).La verdad es que si es divertido aprender, debo decir que es miles de veces más divertido enseñar.
Y más cuando es entre amigos.

Si mal no recuerdo (estamos hablando de mediados del 2009) sacamos un patrón de un vestidito para niñas de una revista de Labores del hogar (nuevamente sacada de la biblioteca de Sant Cugat). Carine eligió dos vestiditos, el primero de ellos fue bastante fácil y es el que les voy a mostrar ahora.

la pose ya no es relajada ;)

La verdad es que al principio yo estaba mucho tiempo sentada al lado de ella, pero luego de un tiempito me fui con Neus a jugar y la dejé solita. Bueno, cuando escuchaba "Anaaaaaaaaaaaaaaaa", iba corriendo a ver si había explotado la máquina, se había cosido un dedo, o había elaborado esmeradamente cosas como bolas de hilos ENORMES en un pequeñísimo lugar de la prenda.

 Qué lindos días...





Bueno, finalmente hizo la mayor parte del vestidito casi solita, nos costaba un poco entender los patrones porque debo decir que soy un poquito autodidacta y a veces voy aprendiendo (y enseñando jejej) por el camino. A mi amiga (franco-menduca) le costaba aún más acostumbrarse a un vocabulario tan distinto de "sisas, dobladillo, canesú, pespunte, etc...", pero ya es toda una experta.
Incluso le inventamos unos bolsillitos al vestido para que quedara más bonito.
O quizás fue porque teníamos ganas de seguir cosiendo.
Los bolsillitos no quedaron alineados-alineados, y eso que no fue la novata la que los cosió, pero bueno, le daban el toque original.


Cuando terminamos sólo nos faltó probarlo en nuestro maniquí personal (obviamente la bella Neus, que en esta foto está tan chiquitita que me dan ganas de morderla toda). Las patas de fondo son de Masone (papi).

Anya feliz con su regalito

Pero el vestidito iba para otra princesita, una que vive en el hemisferio sur, específicamente en la Isla de la Reunión, en donde viven la hermanita de Carine y su hija Anya. Luego de un buen viaje el regalito llegó a destino.

Ahora que ya conocen los inicios podré en un futuro enseñarles las nuevas creaciones de Carine Gueriny, modista ahora franco-suiza (¡cómo se mueve esta niña!) que ya tiene su propia maquinita de coser.

La mía se lo agradece ;)


Y?
Alquien más tiene ganas de aprender?