Cosas varias que van rondando la casa

Hay ocasiones en las que uno cose (o teje) porque algo hace mucha falta, no hay tiempo para hacerse el exquisito, hay que poner manos a la obra.

A veces la espalda duele mucho cuando vemos pelis en la cama, los almohadones no son lo suficientemente grandes y blanditos para apoyar la espalda. Y lo mismo si uno quiere leer, porque al estar acostado se cansan los bracitos por tenerlos en alto, es mejor estar sentado.


Entonces hay que buscar unos retales de tapicería lindos y hacer unas buenas fundas para unos almohadones tubulares.
Problema resuelto: ya se puede estar en la camita un tiempo más (el que el mostro deje por supuesto).

A veces la almohada de la cama no es tan divertida como debería serlo, problema muy grave si uno tiene 2 años.

Entonces hay que elegir la tela con más dibujitos que haya en el mueble de mami y hacer una linda funda.
Problema resuelto: Ahora podemos contar pantalones, radios, secadores de pelo, discmans (qué épocas) antes de que venga Morfeo...

A veces el bebé tiene la manía de vomitar lechita a cada ratito, manchando todos los lugares en los que se lo deja.

Entonces hay que buscar unas toallas suavecitas y hacerles un lado con un estampado bonito (ya que estamos lo hacemos lindo ¿no?) para poner entre el bebé y cualquier superficie que queramos conservar limpia.
Problema resuelto: Ya el mostro puede regurgitar todo lo que necesite (obviamente hablamos del mostro cuando era un bebé, que ya el vasito de leche se lo toma solita).

¿No tienen cosas sueltas que van quedando por ahí como si nada? Pues siguen siendo importantes, tan sólo hace falta hacer memoria.