Garrapiñada casera

No sé que nombre se le da aquí a la garrapiñada, pero supongo que con la foto se ve de qué se trata.

Casi no conozco a nadie que no se tiente por el olorcito que desprenden unas ricas almendras caramelizadas. Mi papá siempre (desde que tengo uso de mi memoria) se compraba una cuando pasábamos por un puestito, pero nunca se la terminaba. Afortunadamente una servidora lo ayudaba con la tarea.

Pues es de las recetas más simples que conozco. Antes de prometer un tutorial la escribo y así no hay que esperar a pleno verano, que va a ser seguramente cuando lo termine.

Ingredientes:
250 gr. de almendras con cáscara
250 gr. de azúcar
1 vaso de agua

Preparación:
Poner todo a fuego medio en una sartén antiadherente  y revolver con una cuchara de madera sin parar hasta que las almendras estén tostadas y el azúcar dorado. Cuando no queda casi agua se sube el fuego al máximo y se revuelve hasta que el azúcar brille (ya se van a dar cuenta, se pone un poco pegajosa la cosa). Inmediatamente tirar sobre un mármol con un poco de aceite o sino en un molde de silicona (para despegar fácilmente).

Listo.

Y ya que estamos una foto que hace mucho me mandó una amiga. Es el Baklava que hizo con la receta que publiqué.

Yo digo que se ve bien.

Bueno, listo de recetas hipocalóricas, la próxima entrega una ensaladita.