jueves, 29 de septiembre de 2011

Labores invitadas: El pulpo rojo ataca Barcelona

Ya les comenté que a mi no-tan-santa-madre se le ha dado por tejer amigurumis, incluso les he mostrado varias veces las cosas que ha tejido.
Pues bien, resulta que mi mostra le hizo un pedido a su abuá, quería el pulpo rojo de Pocoyó. Supongo que no todo el mundo conoce Pocoyó pero si se acuerdan de la entrada de la Torta de cumpleaños alguna idea tendrán.


Pues bien, hace unos días vino mi papi de visita y trajo un regalito: ¡la abuá había terminado el pulpo rojo! Pobrecita, no encontró patrón y se lo inventó, aclaro ese punto porque realmente le quedó muy pero muy bien.


Tiene esa cara de loco que a mí me gusta.
Mi gordita se quedó más que conforme, incluso ya le hizo un nuevo pedido, quiere a Loula, la perrita.
Tampoco encontramos patrones de eso, jeje, así que ahí está mi mami tejiendo y destejiendo para su nieta.
:)


martes, 27 de septiembre de 2011

Mi cajita de los hilos

Me encantaría decir que la heredé de mi abuela...


O que se la robé a mi mami...


Adoraría saber que el olor a madera que desprende es uno que recuerdo de mi infancia...


Pero no, la compré usada y con rayones (algunos se fueron otros no) después de regatear en una feria de antigüedades. Creo que la he mostrado en alguna entrada, pero le tengo tanto cariño que amerita una pequeña entradita.
Además, siendo casi las 3:00 de la mañana (¿no les he hablado de lo que me cuesta dormir con la panzota?) el cerebro no me da para nada más profundo.

Bueno, algo de historia tiene, esa hebillita la compró y colocó el mostro mayor para que la mostra menor no abra la cajita de Pandora.
Porque ordenada... lo que se dice ordenada... no está.

lunes, 26 de septiembre de 2011

sábado, 24 de septiembre de 2011

No es que lluevan cartucheritas...

Es que son tan fáciles de hacer y tan bonitas.
Ya con ésta van dos, lástima que no me he quedado con ninguna.


Ya les comenté  acerca de este modelo que de patrón lo único que necesita es un cierre/cremallera, el resto del tamaño lo decidimos nosotros.


Además con la costura francesa no hay nada que temer, no se ven los remates. 
Pues sobrándome pedacitos y con la ocasión de tener una amiga a la que ameritaba hacerle un regalito puesto que cambiaba de trabajo, revisé mi caja de retales y creé otra cartucherita.

 

Estoy en duda si hacer o no un tutorial, le estoy agarrando el gustito a dibujar. Parecen garabatos de niña pero me divierto tanto en el proceso...

Buen fin de semana a todos. En este momento una llovizna hermosa golpea en mi ventana, ojalá este día sea benigno para una embarazada acalorada (con los pies y manos hinchadas).

jueves, 22 de septiembre de 2011

Yogurt casero de verano

Comer yogurt con cereales es un placer que he descubierto de grande, pero de chiquita/pequeña ya comía bastante yogurt solito (el cual además era caserito).
Recuerdo a mi mami poniendo botellas de la mezcla mágica en la escalera que iba a la terraza (ahí pegaba el sol como en el quinto infierno). Y lo recuerdo porque la escalera era tan angosta que cuando ella ponía las botellas yo no podía subir. También me viene a la memoria mi mami explicándome que había que comprar el yogurt más simple, el que no tenía ningún agregado, para incubar el primer "bichito" en la leche.

Ahora estamos muy acostumbrados a tomar leche con cereales a la mañana, pero desde que la mostra desayuna lo mismo que nosotros la combinación con yogurt empezó a ser algo cotidiano. Es más, ahora yo como el yogurt sin azúcar y eso que antes me parecía muy ácido.
Pues en la última visita que hicimos a Argentina tratamos de comprar un yogurt similar para la gordita, así podía desayunar lo que ya estaba acostumbrada. Mi mami le compró el mejor que encontró, pero si les digo la cantidad de porquerías que tenía (gelatina y espesantes incluidos, no estoy ni siquiera hablando de colorantes o saborizantes) no me van a creer. Bueno, las que están por allá no sólo me van a creer, me van a apoyar en lo que digo.
Eso me dio mucha bronca (y ahí si que me sale el modismo argentino), no podía ser que no pudiésemos encontrar un yogurt que fuera SÓLO YOGURT. Y lo que digo con este producto se puede repetir para muchos otros, allá lamentablemente se permiten más barbaridades que acá.

Una vez que volvimos a casita pensé ¿porqué no hacerlo en casa?, no debía ser tan difícil. Me averigüé y vi que el principal problema era mantener la temperatura de 40ºC-50ºC durante unas 5 horas, con métodos desde la tradicional yogurtera (que nosotros tratamos de evitar pues cuanto más electrodomésticos se tienen menos lugar hay en la cocina y más porquerías hay que lavar a mano), hasta dejar en el horno al mínimo toda la noche, envolver con una manta térmica, dejar dentro de una olla a presión previamente calentada con agua, envolver en periódicos, etc, etc...
Probé con el horno, creo que lo saqué antes de tiempo porque no funcionó.
Probé con la olla a presión pero tampoco. Igual no descarto éste método ya que no lo hice exactamente cómo lo decían... yo y mis innovaciones.

Y la imagen de mi ya mencionada no-tan-santa-madre y sus botellas en la escalera volvió a mí.
Barcelona... agosto... calor... terraza propia...
Pues compramos lechita de la buena, un pote de yogurt del más puro posible y hicimos lo que hacía 30 años atrás hacía mi vieja.
Y salió un yogurt perfecto, quizás no tan sólido como lo que se ve comprado, pero lo habíamos hecho nosotros.

Ahora una vez a la semana compramos 2 o 3 litros de leche de esos que venden en las máquinas dispensadoras, a veces usamos de cultivo lo que sobró la semana anterior y otras un nuevo pote de yogurt (según si va perdiendo solidez). Así todos los días comemos yogurt caserito.

Es más barato, se hace enseguida (yo caliento la leche en el microondas), es más sano...  no sé que puede tener en contra.

Les paso la receta para que la disfruten (y de paso inauguro la solapa de "Recetas"), el único problema que tendremos más adelante será cuando se nos acabe este sol calcinante. Supongo que probaré seriamente alguno de los otros métodos y les contaré que tal, aunque también se aceptan sugerencias.


PD: ya sé que llegó el otoño, es que una hace lo que puede.

23/9/11: Gracias por todos los consejos para hacer yogurt "de Invierno", les aseguro que los voy a probar. 

miércoles, 21 de septiembre de 2011

American apple pie

Creo que en estos ¿5 o 6? años que conozco al Mostro mayor (no me acuerdo realmente... shhhhhh) ha sido el lapso de mi vida en el cual he hecho más cantidad de tortas/tartas/pasteles/etc... de manzana. A él le encantan y la verdad es que son ricos (tampoco tengo yo tanta pasión como él pero no voy a negar que es una fruta que cocinada de esta forma queda muy bien).


Hace tiempo les pasé la receta de la torta de manzana que hacía mi mami. Ésa es mi receta preferida.
Hoy les muestro fotos del pastel que hago con una receta de Le Cordon Bleu (recomendado en la Biblioteca de artes y oficios): American apple pie.
Realmente es delicioso y el resultado es bastante distinto.


Con decir que cada vez que lo hago desaparece durante la noche...
Es como si viniese un ratoncito de 1,80m a visitar la heladera.
Es que hay que alimentarlo, es tan bonito.

lunes, 19 de septiembre de 2011

El otro regalo para las maestras

Ya les comenté que a la maestra de la guardería de Neus le hicimos la mostra y yo una cartera, sólo me faltaba mostrar la cartucherita hecha para la otra chica que ayudaba a la "profe".
La verdad es que fue muy fácil de hacer, después de mi bolso, la cartera de la maestra y de la otra cartuchera del curso ya necesitaba coser algo con líneas rectas y que se terminase rápido.
Es lindo alternar proyectos cortos con proyectos largos.


Las telas las tenía en el cajón de los retales, eran pedazos chiquititos que uní aleatoriamente. Queda muy lindo así y una se ahorra de tirar pedazos de tela que de otra forma son casi inutilizables.
La cremallera/cierre fue muy fácil de poner, estoy más que encantada con mi prensatelas nuevo. Ahora estoy investigando cómo usar otro que me compré que es para hacer dobladillos, ya encontraré algún proyecto en el cual lo necesite...


Y una maravillosa técnica nueva que probé aquí y la he vuelto a repetir en otros trabajos (porque realmente está muy buena): La costura francesa, yo la usé al revés, o sea que dejé lo que sería el revés del lado de afuera, pero como era lo que necesitaba no hay problema. 
En el exterior me quedó un borde más ancho y en el interior quedó todo cerrado perfectamente.



En menos de una tarde se hace una de estas cartucheritas, no necesitan patrón pues lo ideal es adaptarse a la cremallera/cierre que tengamos disponible y el tamaño se lo damos según los recortes de tela que tengamos. Incluso ahora, para el inicio de clases aquí en el hemisferio norte, es un buen regalito para hacer.

Los lápices que muestro son los míos que comenté en la última entrada, para poder sacar estas fotos tuve que esperar a que se durmiera el monstruito.
:)

viernes, 16 de septiembre de 2011

Dulce de alcayota

Esto sí que es un lujo.
Hacer el dulce en casa es un placer, creo que ya me he explayado bastante sobre el tema, pero es que me faltaba la reina del baile: el dulce de alcayota (o cabello de ángel).

Recuerdo que en la casa de mis abuelos había un pasillo en donde siempre paseaba una tortuga (la cual -por cierto- murió quemada junto con un montón de hojas debido a la mala costumbre que tienen las tortugas de enterrarse dónde se les da la gana). Ese pasillo terminaba en un patio enorme con un nogal, muchas plantas y un gallinero.
Las alcayotas listas para entrar al horno.
Mi abuela siempre nos pedía a mi hermana y a mí que le juntásemos los caracoles de las plantas en un balde de metal. En cada excursión encontrábamos muchísmos y hasta le poníamos nombres. Mi abuela los agarraba, los aplastaba y se los daba a las gallinas.
No es algo muy lindo cuando uno le ha puesto nombre a los bichejos, pero bueno, en lo que se refiere a ser práctica no había quién le ganase a mi abuela.
Recién sacaditas del Averno.
Y comentaba lo de ese pasillo porque recuerdo que siempre había alcayotas colgando de las parras de uva. La calabaza tenía su recorrido por ahí y entonces uno tenía que tener cuidado de no golpearse la cabeza con esos frutos tan duros. Bueno, en realidad los niños de lo que teníamos miedo era de que nos cayese una encima.
A sacar las semillas y separar los hilitos.
Una vez que estaban maduras mi abuela hacía un manjar del cual yo siempre me empachaba: dulce de gusanitos (así lo llamaba yo). El que ha probado la diferencia entre un dulce casero y un dulce comprado de alcayota sabe que uno no tiene nada que ver con el otro. Es más, el comprado es FEO.
Después de macerarla un día con azúcar le damos una corta cocción.

Pero llegó un momento en el cual mi abuela no hizo más dulces, además hay que agregar que yo ya no vivía en casa. Menudo problema para una comedora asidua de dulce de gusanitos...

¡Pues a aprender!
Ya tengo mi receta (gracias mami por los consejos), la estoy tratando de poner en un tutorial así ustedes la pueden repetir en sus casas sin ningún problema. Prometo subirlo pronto, antes me toca pintar (ya lo tengo dibujado) el que prometí de yogurt casero, lo que pasa es que cada vez que me siento a hacerlo la mostra me quiere robar MIS lápices, los cuales no están ni masticados, ni rotos, ni pegoteados y la única forma de evitarlo es guardarlos.
Lejos.
Alto.
Bajo llave.


NOTA: El tutorial lo pueden encontrar en el Recetario.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Hoy no hago nada

Porque a veces es mejor sentarse y mirar.











¿Alguien más se toma el día?



(Por suerte limpió todo el papi).

martes, 13 de septiembre de 2011

La "cosa"

A ver, voy a tratar de hablar un poco de nuestra "curva de aprendizaje", el camino que hay que recorrer para que las cosas empiecen a salir cada vez un poquito mejor. Nadie sabe todo, nadie nunca lo sabrá, bastante inteligencia demuestra quien entiende esto.
Entonces ¿por qué se busca esa perfección en los primeros platos, los primeros tejidos o las primeras costuras? Nombro actividades cercanas a la gente que lee este blog, pero esto se aplica en todos los ámbitos. En el trabajo no me importaba que la gente a mi cargo se equivocase si veía que estaban aprendiendo, que buscaban la causa del defecto y trataban de que la próxima vez no les pasase. Sí me molestaba trabajar con personas despreocupadas por todo, sin intención de incorporar nuevas técnicas, conocimientos o (digámoslo claro) otras personas. Porque también hay que mejorar en las relaciones humanas, nos necesitamos y nos nutrimos.

Pues un ejemplo visual puede ayudar a ver que de a poco se consiguen cosas mejores, o quizás lo mismo pero un poco más rápido (o de forma más placentera).
Nosotros amamos cocinar, tenemos muchísimos libros de cocina (jejeje, esto creo que ya lo dejamos claro), tratamos de tener las herramientas básicas (buenas sartenes, moldes, etc...) y también de comprar (o plantar) unos buenos ingredientes.

Y así nos salen cosas muy ricas, como este Stromboli que hizo mi cocinerito.
La receta la sacó del libro "Repostería y panadería paso a paso", que ya recomendé en la Biblioteca de artes y oficios.
¿Y que puedo decir? Le salió espectacular.
Pero la verdad es que antes él no era "mi cocinerito", era "mi carpinterito" o "mi músico"  (toca el saxo taaaaaaaaaaaaaaaan bonito). Antes su mayor habilidad culinaria era el arroz con atún (plato que actualmente odia).

Y los verdaderos comienzos fueron los siguientes:

Les presento a "la cosa".

De alguna forma había que cerrar la tarta...
Ahhh... ¿con nudos tipo scout no?
:)

(Acerca del sabor debo aclarar que estaba riquísima).

Son por estos momentos por los que amo a mi mostro mayor: cuando salen las cosas muy bien y una está orgullosa o cuando algo sale tan "torcido" que es lindo sentarse a reirse juntos.

Hoy hay algo para aprender, está a la vuelta de la esquina, en un libro de la estantería, en una clase, en el trabajo, en la compu, en nuestro hijos, en nuestros amigos...
En el simple acto de vivir.

Supongo que nadie quiere la receta de "la cosa"...

lunes, 12 de septiembre de 2011

Mi bolso todo terreno

Les comenté anteriormente que en un curso de costura hice un bolsito que me faltaba mostrar. Pues bien, ya le llegó el día.
No creía que ese curso me fuera a ser muy útil, pero ya lo han visto, sirvió y bastante. El bolsito en cuestión lo uso muchísimo. Es un tamaño intermedio, lo cual me permite llevar lo indispensable y me impide llenarlo de porquerías (no estoy para cargar más peso).

Abajo se ve un detalle de la cremallera/cierre que le hice en el exterior. Me gustó mucho aprender eso ya que no salía en ningún librito que tengo ni lo encontré en Youtube. Tiene una solapa superior que lo tapa y camufla ese bolsillo. Los tutoriales que encontré dejaban siempre la cremallera al descubierto.

Esta es la cremallera principal, con el prensatelas especial coserla fue rapidísimo y "facilérrimo" :)
Las tiras de los costados: las hebillas las saqué de unos bolsos viejos, no los usaba y ahora los tengo todos desmembrados para aprovechar sus partes.

¿Se nota que el mostro mayor colecciona monedas? 
Bueno, ya les mostraré alguna foto mía usándolo, ya que todas las fotos en las que salgo sale el bolsito también.


sábado, 10 de septiembre de 2011

Biblioteca de artes y oficios

Finalmente, luego de días de revisar las estanterías de casa, he terminado una pequeña guía para consultar cuando haya un poco de dinero que pueda ser convertido en libritos.
Encontrarán el catálogo en la página "Biblioteca de artes y oficios".

Espero que les guste.
:)

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Letras gorditas de tela

Antes tenía en el banner una imagen de unas letras de tela que hice hace mucho, antes de que la mostra cumpliese un añito.
Revolviendo un poco las fotos me he dado cuenta de que nunca las mostré en ninguna entrada (excepto por una foto en la entrada inicial).


Yo tenía muchas ganas de hacer un abecedario para enseñarle las letras de una forma más divertida, creo que para los niños el conocimiento que se adquiere en un momento feliz es más fácilmente asimilado.

Recuerdo haber buscado en internet patrones para hacerlas, pero no me gustaban cómo las cerraban (con un zig zag y bordes deshilachados). Tonta de mí. 
Incluso tenía un librito en el cual explicaban bien cómo hacerlas de una forma similar ("Coser para los más pequeños es fácil" de Lotta Jansdotter), pero me dije: "¡esto lo puedo hacer yo fácilmente!"
No sé si queda claro lo arrepentida que estoy...

Bueno, agarré hojas A4 y las dividí en cuatro rectángulos iguales, en cada uno de ellos dibujé una letra y ese fue mi patrón. No me puse a descargar motivos de letras, me pareció que con los cortes y con la costura mucho no iba a importar. De eso no me arrepiento.
Una vez que tenía todos los patrones corté dos telas, una blanca para la parte de atrás (para que se notase cuál era el lado incorrecto) y otra con un estampado lindo para la parte de adelante. Las cosí frente con frente dejando un espacio y luego las dí vuelta. Tan sólo tenía que cerrar el pequeño agujero dejado para dar vuelta y rellenar...

Pues no, NO... NO... NO.
Lo anterior es correcto para ciertas letras, como la T, L, U, etc..., pero con la Q, O, P, B (cómo odié la B), A y otras tuve que coser todo el borde de los agujeros internos al mismo tiempo que colocaba el relleno.
No se si se lo imaginan, tan sólo puedo decir que no es fácil. El espacio no es grande.
El resultado es muchísimo mejor que haciéndolas de la forma que proponen todos los tutoriales que vi, pero se suda sangre.
Por suerte tenía a mi "no tan santa madre" de visita y la puse a llenar las letras con la guata/boata. Algo se me alivianó el trabajo.
Para guardarlas les hice una bolsa con un estampado muy bonito que tiene las letras del abecedario, ya se los mostraré. A la mostra le encantaron, realmente le encantaron, eran muy fáciles de agarrar y sirvió para que aprendiese las letras (la madre chocha/contenta). La primera fue la "O", pero cuando la decía sacaba la lengua como si fuese a lamer un helado. Seguía siendo el sonido de la O, pero era taaaaan lindo verla hacer eso con la boca.
Otro error que cometí fue usar la misma tela para la M y la N. Y no sólo eso, también repetí el color para la G y la C.  Les garantizo que eso no ayuda al niño en el momento de diferenciarlas.

Después de un tiempo me dí cuenta que la X no estaba... o la perdimos o no la hice. No pongo las manos en el fuego por mí, así que es más probable la última alternativa.

Les cuento para terminar que puse un tutorial para descargar, es el primero y quiero ver si se entiende bien. Me avisan porfa si hay que mejorar algo, lo tomaré de consejo para los próximos que haga.

martes, 6 de septiembre de 2011

¿Alguien quiere helado?

¿Qué puedo decir? La entrada en realidad es para mostrar la "toalla secaplatos" de la cual hablé el domingo, pero me dí cuenta de que la foto no es muy linda.
¿Solución? primero pongo una de la mostra así todos sonríen y así cuando lleguen a la imagen en cuestión nadie pueda notar nada.

Bueno, ahora veremos si mi estrategia funcionó...
Como les comenté fue muy difícil coser las capas de toalla ya que las franjas amarillas tienen los bordes hacia adentro. Además desistí de hacer un pespunte por el borde exterior (cosa que siempre hago para que le de más "cuerpo" a las cosas) porque tratar de pasar por la zona en la cual había dos capas de toalla de abajo y dos de arriba no era físicamente posible, no entraba en el espacio de costura de mi máquina (al alto me refiero).
Las toallas son de la funda de la sillita del mostro, no crean que eran toallas muy grandes, lo que pasa es que cuando sobran pedacitos los uno. Acción no muy recomendada (a partir de ahora) para toallas, pero sí para otros materiales.

Y parece ser que se veía útil porque la madrina de Neus se fabricó uno igualito en Suiza, les muestro fotitos para que vean.
Quizás reconozcan las telas también, acá somos todos pro-reducir/reutilizar/reciclar.

Esas tazas se las regalamos nosotros (me costó  muuucho no quedármelas yo, jejejje).
Les recuerdo que la idea la saqué del libro "Handmade home".

En referencia la pregunta que me hicieron "¿Tienes todos esos libros que recomiendas?"
La respuesta es SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII.
Mi adicción son los libros, no creo que haya un mejor vicio que ese.
Y les cito una frase de un libro nuevo nuevo que me regaló Carine para mi cumple, "Knit socks!".

"Mi padre me dijo hace muchos años que si una persona sabía leer, había muy poco que no pudiera hacer" 
(traducción del original en inglés)

No puedo estar más de acuerdo.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Toallitas para las patas monstruosas

Hace mucho tiempo vi en un librito que me encanta y que recomiendo ("Handmade home" de Amanda Soule Blake) una toalla para el piso del baño. El modelo que ella proponía era muy lindo y yo lo intenté hacer pero con una variante: más chiquito/pequeño con el objetivo de usarlo debajo de los platos recién lavados.
Cuando me puse a coser varias capas de toalla juntas me dí cuenta que mi Alfita no era capaz de semejante hazaña, además no tenía en ese entonces el prensatelas para cremalleras/cierres lo cual me dificultaba mucho el acercarme a los bordes gruesos.
Mi pie antes de los efectos "hinchatorios" del verano...
Igual terminé el "secaplatos" (con mis trampas usuales). Lo mostraré en alguna entrada próxima porque no voy a negar que me ha sido muy útil. Lo que sí me prometí es nunca más tratar de coser algo tan grueso.
Aunque ahora que recuerdo traté de coserle un pantalón de corderoy a Neus y tuve el mismo problema, mhhhh, no son muy válidas mis promesas...
Bueno sigamos: la idea de alfombritas para el baño había quedado en el aire, además nuestras toallas "para pisar" estaban en un estado lamentable.
Pues puse manos a la obra y elegí unas telas a las cuales no les tuviese un cariño excesivo (aunque suene raro hay telas que me gustan tanto que no las uso, da tristeza aceptarlo). Reparé un poco las toallas y las cosí (frente con frente) por las orillas dejando un margen para darlas vuelta, pespunteé los bordes a una distancia prudencial para no agarrar dos capas de toalla y finalmente, para lograr una especie de acolchado, le hice unas costuras repetidas más o menos a la misma distancia... ¡listo!
Cuatro toallitas nuevas para pisar.
 


Algunas de las toallas en realidad son retales que me sobraron. Por ejemplo la roja la usé para un delantal y para los pañales de La Pepa, la verde fue parte de una funda para una sillita de Neus.
Siempre guardo todo los pedazos de tela, tarde o temprano los usaré ¿no?
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